UA-47322406-1 El Blog de Juan Beorlegui

miércoles, 20 de enero de 2021

LOS MATASUEÑOS

Los sueños: esas ilusiones que lo son porque las vemos factibles, alcanzables y nos motivan, nos dan la fuerza que necesitamos. Estamos mejor, somos más felices y somos mejores personas cuando perseguimos un sueño.

Soñamos con ser más felices y para conseguir esa ansiada felicidad, soñamos con que conseguimos realizar proyectos ambiciosos que nos hagan la vida mejor y más agradable.

Perseguir un sueño, no solo nos motiva. También nos obliga a vencer obstáculos e inconvenientes, muchas veces tan grandes a nuestros ojos, que jamás hubiésemos imaginado conseguirlo si no existiese la motivación de un sueño. Además, hace que crezca la confianza en nosotros mismos y nuestra autoestima, ya que tomamos conciencia cuando nos vemos resolviendo esos grandes problemas. Hasta nos sorprende nuestra capacidad.  

Al encontrarnos un problema que nos cuesta resolver, aparecen sentimientos de fracaso, de incapacidad, de soledad. Son espejismos. Son sentimientos cuyo poder magnificamos a nuestra voluntad para justificar un abandono o no enfrentarnos a algo que consideramos incómodo. A veces, basta con pedir ayuda a alguien (que no sea un "matasueños"), para ver la mejor manera de resolverlo. En mi archivo mental, tengo una frase que me ayuda en estos trances, porque por experiencia se cumple cada vez: "Cuando estás a punto de abandonar, es precisamente cuando estás a punto de conseguirlo". 

Después de leer estas líneas, podemos deducir que un sueño, o una ilusión (a mi juicio son conceptos equivalentes) son de gran importancia en nuestras vidas, porque del cómo los gestionemos dependerá nuestro aprendizaje, nuestra experiencia y nuestra felicidad.

Dicho esto, podemos pensar, que si tan importante son los sueños para nosotros y para nuestra felicidad, la gente que "se supone que nos quiere", nos apoyará y ayudará a conseguirlos. Nada más lejos de la realidad, porque escondidos dentro de algunas de esas personas, están los matasueños. Los matasueños son personas que "se supone" que nos quieren y que intentan "matar" nuestro sueño, porque entienden (a su parecer) que si buscamos ese sueño o incluso si conseguimos alcanzarlo puede ser perjudicial para nosotros, o que simplemente no nos va a aportar nada bueno.

En general, solemos creer en lo que nos dicen los matasueños, porque solemos confiar en que lo que nos dice una persona "que nos quiere", y nos hace dudar a la hora de decidir si perseguimos un sueño o renunciamos a él. En muchas ocasiones, renunciamos por la opinión y juicio de los demás.

Cuando hablamos de un sueño o de una ilusión, nos vienen a la cabeza grandes proyectos como emprender un largo viaje, estudiar una carrera compleja, desarrollar un invento, comprar una casa, un coche, una moto... Evidentemente lo son, pero hay otros sueños de aparentemente menos envergadura que también lo son, y que los tenemos de manera cotidiana: Ir a ver el cine, un ansiado partido de futbol, un paseo por el campo, una tarde en la playa, comer en un determinado restaurante. Me gustaría poner de ejemplo, lo que nos diría un "matasueños" disfrazado de padres, pareja o amigo (alguien influyente para nosotros):

Ejemplo 1: Sueño: Me gustaría ir al cine. Respuesta del matasueños: ¿Tan tarde? no creo que llegues a tiempo, porque entre que llegas, coges la entrada, etc te perderás el principio, y si te pierdes el principio ya no es lo mismo. No he visto esa película, pero no sé qué me dá que es un rollo tremendo y dura más de 2 horas... bueno, además del precio... tu sabrás si te merece la pena.

Ejemplo 2: Sueño: Voy a ver el partido de mi equipo favorito. Viene el campeón: Respuesta del matasueños: Estará el campo lleno a reventar a ver dónde te toca sentarte, seguramente arriba del todo (si tienes suerte) y verás a los jugadores como aceitunas; ya te costará encontrar sitio para aparcar. Me han dicho que las entradas son carísimas. Cuidado con los carteristas, ya puedes estar bien atento para que no te roben, ojo porque eres muy despistado. 

Ejemplo 3: Me gustaría estudiar música. Respuesta del matasueños: Eso no sirve más que para tocar en fiestas con los amigos. Nadie se gana la vida con eso. ¿Quieres estar toda tu vida tocando por los pueblos y ganando poco dinero?: Mejor estudia medicina o derecho que se gana más y está mejor visto. No te conviertas en un "donnadie".

Ejemplo 4: He decidido comprarme una moto. Respuesta del matasueños: Estás loco. Te vas a matar. Ni se te ocurra. Piensa en tu familia... etc...etc.

Ejemplo 5: He comprado unas flores y unos adornos para la mesa. Mira que bonitos son. Respuesta del matasueños: Vaya chorradas en las que te gastas el dinero, mejor haber comprado ternera en vez de cerdo para comer hoy y no tanta tontería. Además, se nota que son de plástico.




Seguro que os vienen a la cabeza infinidad de ejemplos más. Lo que os quiero transmitir con estas palabras, es que los sueños son muy importantes en nuestra vida y en nuestro desarrollo personal, quizás mucho más de lo que nos parece. Que no debemos dejar que los matasueños puedan con nosotros, y que por supuesto, nosotros nunca debemos actuar como matasueños, ya que podemos influir en decisiones importantes de otros, condicionando su futuro

Los matasueños suelen ser envidiosos o celosos, y son tan presuntuosos y prepotentes que se creen capaces de predecir si el camino que va a llevar una determinada persona en la búsqueda de su sueño es lo mejor o lo peor para ella.

Generalmente son gente sin entusiasmo, infelices que se dedican a observar la vida de otros porque hasta la suya propia carece de interés hasta para ellos mismos.

En resumen y en definitiva, mi consejo es: Persigue tus sueños. Disfruta, juega y diviértete haciéndolo... y por supuesto huye de los matasueños. Que no te afecten sus palabras, porque ten por seguro que ellos no tienen ni la más mínima idea de lo que tú eres capaz de hacer para alcanzarlos.

Fdo.: Juan Beorlegui.


lunes, 16 de marzo de 2020

LAS OVEJAS NEGRAS




El término "oveja negra" viene a referirse a aquellas personas diferentes, con comportamientos fuera de lo común. Además este término tiene un significado peyorativo.

Generalmente, los colectivos que contienen a alguna de estas ovejas negras, suelen señalarles e identificarles con algún tipo de estigma o "San Benito".

Podemos encontrar personas que son diferentes por su manera de vestir, de pensar, de sentir o de actuar, alejadas todas ellas del estándar que desarrollan de manera automática el resto de personas a las que llamaremos ovejas negras. Por contra, a aquellas personas conformistas con lo que tienen, acomodadas en su rutina, que tienen sueños superficiales y aspiraciones de muy corto recorrido, generalmente de carácter servil o interesado, movidos más por la comodidad que les ofrece su zona de confort que por una meta que les pudiera mover hacia algo más interesante les llamaremos ovejas blancas.



Estas mismas ovejas blancas son las mismas que rechazan a las negras, procuran ponerles zancadillas, ridiculizarlas para que tomen conciencia de su propia singularidad, y recapaciten para que "vuelvan al rebaño" de los sumisos... de "los iguales". En estas circunstancias, aflora la envidia de las ovejas blancas hacia las negras. Esta envidia, como todas, no tiene un origen racional. Es más un sentimiento en el que a la oveja blanca le gustaría ser negra, pero "por el que dirán", o por su propia cobardía no tienen el coraje de serlo.

"El que dirán": Si nos ponemos a analizar esta frase hecha, veremos que contiene una amenaza encubierta muy potente. En mi opinión, "el que dirán" significa que: si no eres como los demás y no eres una oveja blanca, te excluiremos de la sociedad, te humillaremos, dejaremos de contar contigo para cualquier cosa y te dejaremos de querer. Así que "pórtate bien" para que te sigamos queriendo y te arropemos como al resto.


La familia, también es un colectivo, y por tanto se rige por las normas de la sociedad, a las que hay que sumarles las de la propia familia, que suelen ser mucho más retrógradas, rígidas y estrictas. En muchos casos prevalece el machismo con unos roles absurdos pero arraigados en el tiempo, que caen sobre cada integrante. Así que, aquel integrante familiar que no esté ubicado en su rol y perfectamente integrado en él, será repudiado por el resto, señalado como oveja negra. Se obliga al resto de integrantes del clan, a rechazarlo.

Ser oveja negra, es signo de ser una persona especial, única en su especie, independiente, que se ha forjado su propia personalidad, y que se ha ido haciendo cada vez más fuerte, y que cada rechazo, humillación, y provocación de las ovejas blancas, le ha servido para ser cada vez más fuerte poderoso.

La oveja negra, a veces se revela contra las blancas e inmersa en su rabia, piensa en actuar como ellas, contratacando y utilizando la maldad para vengarse de situaciones en las que ve inmersa. En estos casos, entrar al trapo es una victoria para las blancas, ya que eso significa que han logrado el objetivo de que nos afecte sus provocaciones. Recordemos que el objetivo de las ovejas blancas, es minar la confianza y la seguridad que las ovejas negras tienen en si mismas, con el propósito de que vuelvan al redil.


Desde todo punto de vista, la oveja negra es un ejemplo de cómo debemos crear nuestro propio camino y no seguir el de otros, de cómo liderar las vías hacia nuestras metas y nuestros sueños. De saber observar y sentir y de aprender de nuestras propias experiencias, de no perder nuestra esencia e intentar que éstas no se diluyan entre normas, roles heredados y convencionalismos. Ser modernos y dinámicos.. cambiar nuestra manera de ser y de actuar, adaptándonos a los cambios que nos lleguen en vez de luchar contra ellos. Ser empáticos y respetuosos, sobre todo con aquellas ovejas blancas que quieran seguir siéndolo. En muchas ocasiones es tarea más que imposible convencerles de que dejen el rebaño, y no conviene insistir en ello o se actuará como las ovejas blancas, que insisten e insisten..

Recordar siempre que no hay rebaños de ovejas negras y que éstas siempre pastan y caminan en solitario.